Pregón de las fiestas gastronómicas 2005 de San Martín del Rey Aurelio

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Mapa de situación del concejo

Mapa de situación del concejo de San Martín del Rey Aurelio. Asturias.

Escudo del concejo

Escudo del concejo de San Martín del Rey Aurelio. Asturias.

Descripción

Autora: Magdalena Alperi (gastrónoma, investigadora y escritora.

San Martín del Rey Aurelio, bello lugar escogido por su rey para la residencia de su corte no sólo por su belleza sino también por la abundancia de caza que en él había y donde vivió seis años hasta su muerte en el 774.

Es hoy su ayuntamiento quien me invita a pronunciar unas palabras sobre sus fiestas gastronómicas que se llevarán a cabo durante todo un mes, comenzando el próximo fin de semana a servirse en todos los restaurantes y casas de comidas del concejo y principalmente en su capital, Sotrondio, el tradicional pote de nabos, acompañado de callos y casadielles, platos de los más representativos de nuestra cocina asturiana, y propios para empezar a combatir con ellos los primeros fríos, las primeras heladas.

Fue el pote de nabos una de las comidas principales de Asturias ya que la patata, tan utilizada hoy, no se cultivó en abundancia hasta el final de la guerra de la Independencia, ya comenzado el siglo XIX. Es casi la comida diaria del asturiano, sobre todo en el invierno y en la zona rural. También se hace con castañas conservadas (peladas y secadas con el ahumado del llar) que son les «mayuques». Este pote de nabos, con más o menos compango dependiendo de la faltriquera de cada uno, de la matanza, del número de miembros de las familias, de las cosechas y de un sinfín de cosas, y que hoy preparamos como comida festiva, tal vez aburrió al ser comido a diario por nuestros tatarabuelos.

Con buen compango resultan los nabos un plato muy agradable y deberíamos introducirlos en nuestro pote asturiano como mi querida madre hacía.

En cuanto a los callos, pues aunque se coman en toda España, no son iguales, aquí son a la asturiana. Callos bien preparados, limpios, lavados y relavados, bien condimentados, con sus manitas de cerdo, morros y pata de ternera, su jamoncito e incluso algo de chorizo y adobu y un buen pimentón que los alegre un poco. Este plato sí que no se comía todos los días y es realmente una fiesta poder degustarlo.

Sobre las casadiellas en el postre, decimos otro tanto, es tal vez el postre más representativo de Asturias, ya sean fritas, que son las más genuinas, o de hojaldre y cocidas en el horno, menos habitual, ya que pocas casas disponían de horno hasta hace no mucho. Estas casadiellas se preparan en Navidad, también para el antroxu y para postre del día de la fiesta del patrón del lugar. En este caso a quien se honra y recuerda es a San Martín de Tours, soldado romano que allá por el año 350 de nuestra era partió su capa en dos para darle una parte a un mendigo. Posteriormente fue discípulo de san Hilario y llegó a ser obispo de Tours. Al partir su capa nos dio con ello ejemplo de amor al prójimo y es por lo cual en el concejo de Aller, concretamente en Moreda, celebran la Fiesta de la Hermandad de los Humanitarios.

Pero la fiesta sigue; llegando San Andrés, el 30 de noviembre, tenemos otro festival gastronómico de renombre, esta vez en El Entrego, que son «Les cebolles rellenes»; ese día habrá misa en la parroquia de San Andrés, y «puya del ramu», como debe ser toda fiesta que se precie. Al honrar también a San Andrés, recordamos a uno de los doce apóstoles, hermano de San Pedro y pescador como él, escogido por nuestro Señor para ser su discípulo.

Se van a comer esos días cebollas rellenas, ya sea en La Conda o el restaurante La Laguna o casa La Nina, pues ella, La Nina, fue quien por los años 40 comenzó a prepararlas, y como fiesta gastronómica se empezó a celebrar en el año 1972. El año pasado se elaboraron más de 1.000 kilos de cebollas en uno de los restaurante de El Entrego. Se sirven callos también y casadielles o brazo gitana; son comidas éstas elaboradas con buenos productos asturianos y con recetas de raigambre y tradición en estas zonas.

La fiesta continúa en la siguiente semana pues cerca está Blimea y allí no son menos en esto de preparar buenos platos, ofreciéndonos exquisitos pimientos rellenos; no sé exactamente si empezaron a prepararlos el día 4 de diciembre, día de Santa Bárbara, patrona de los mineros, y aunque hoy día no es fiesta para que se deje de trabajar, sí lo fue en el pasado y gran fiesta cuando yo en Mieres sentía atronar con los barrenos que tiraban los mineros festejando a su patrona. Hoy se puede casi enlazar con la fiesta de la Constitución, de nuestra Constitución que nos quieren desbaratar, y con la de la Inmaculada, el día 8 de diciembre.

No sólo se comen estos platos mencionados, ya que podemos degustar, si nos acercamos a este concejo, desde buenas sopas de pescado, fabada, corderos y cabritos hasta caza y excelentes carnes de ternera, así como unos cuantos postres más: flanes y natillas con huevos de casa, tartas de queso, de almendra y de manzana, borrachinos, frisuelos y arroz con leche, y yo recomendaría que se utilizara la castaña de estos castaños del concejo y esté presente en la mesa, ya sea como guarnición de platos de carne y caza o como postre, asadas, en flan o tarta, y que no se dejen tiradas por el bosque, pues es un dolor desperdiciar tanta riqueza. Debemos inculcar esta costumbre de ir a castañas a todos los niños y jóvenes.

Como final y como curiosidad os comentaré que en este concejo tuvo lugar la boda de Leopoldo Alas Clarín, el 29 de agosto de 1882, a la que Juan Antonio Cabezas se refiere en la biografía «Clarín, el provinciano universal», que vio la luz en 1936. Según el escritor, fue un notable acontecimiento, llegando Clarín en el tren de Gijón, siendo esperado por unos caballeros con levita y chistera pareciendo el novio más pequeñito por llevar también este atuendo. Se dirigieron todos hacia La Laguna, donde tenían su casa solariega los García Argüelles, a cuya familia pertenecía la novia de Clarín, la joven Onofre, y en la capilla de la casa se celebra la boda y asisten a ella, además de caballeros enlevitados, muchos campesinos con calzón corto y montera; el acta de matrimonio estaba en el archivo de la iglesia de San Andrés de Linares, hasta que ésta fue incendiada en 1934.

Y ahora pasemos a degustar estos platos que he citado, joyas de nuestra cocina tradicional, que deseamos no sean mixtificados nunca.

Se puede aligerar un plato de calorías pero no desfigurarlo de tal forma que pierda su identidad.

Concejo de San Martín del Rey Aurelio

Río Nalón, pozos y castilletes, minería y paisaje, montaña y valle, buena cocina para animar el otoño asturiano, un museo de la minería y la industria, y gentes de corazón puro… Así es San Martín del Rey Aurelio.

Los concejos (municipios) que limitan con el Concejo de San Martín del Rey Aurelio son: Bimenes, Langreo, Laviana, Mieres y Siero. Cada uno de estos concejos (municipios) comparte fronteras geográficas con San Martín del Rey Aurelio, lo que implica que comparten límites territoriales y pueden tener interacciones políticas, sociales y económicas entre ellos.

Comarca del Valle del Nalón

Carbonífero y minería, castilletes y museos que rememoran un pasado de industria, movimiento obrero, revolución tecnológica y kilómetro Europeo de la Cultura. En la zona alta, el Nalón —el río más largo de Asturias—, y el Parque Natural de Redes, Reserva de la Biosfera, son el contrapunto más natural.

La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Caso, Langreo, Laviana, San Martín del Rey Aurelio y Sobrescobio. Los concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.

Conocer Asturias

«La sidra asturiana también juega un papel destacado en la gastronomía de la región. Asturias es famosa por sus llagares, lugares donde se produce la sidra de forma tradicional. Beber sidra en Asturias es toda una experiencia, ya que se sirve de una manera especial: el escanciado. El escanciador, con una jarra de sidra en alto, la vierte en el vaso desde cierta altura para airearla y realzar su sabor. Además, es común maridar la sidra con platos como el queso cabrales, un queso azul de sabor intenso y característico de la zona.»